Elecciones presidenciales

En 17 días arribaremos nueva vez al momento culminante de un proceso electoral largo y costoso, en el que todos los dominicanos tendremos la oportunidad de ejercer nuestro derecho como ciudadanos de elegir a quien dirigirá los destinos de nuestra nación por los próximos 4 años. En esta ocasión contamos con una JCE que bajo el lema “yo decido”, busca motivar a nuevos, y no tan nuevos, votantes a ser parte de este proceso democrático en el que finalmente veremos los resultados de caravanas, mítines, bandereos y demás actividades que al son de merengues, bachatas y reguetones parecían no tener fin. Esperemos que los esfuerzos de todos den frutos en favor de este país que tanto lo necesita.

Fenómeno político

La realidad política actual de la República Dominicana se ve marcada por un fenómeno que despierta la atención y sorpresa de muchos, en una coyuntura en la que el bipartidismo es ya un hecho innegable, vemos un candidato presidencial que cuenta con el apoyo de la mayor cantidad y variedad de aliados que se recuerde en la historia. Así figuras emblemáticas de izquierda y de derecha, conservadores trujillistas, balagueristas, socialistas, comunistas y hasta figuras del PRD (principal opositor), han expresado su apoyo a la candidatura reeleccionista del actual Presidente de la República, Dr. Leonel Fernández. La pregunta es ¿Qué pasará cuando ganen las elecciones?

No es la forma

Despierta mucha suspicacia pensar cuáles serán las razones reales de los llamados a paros y huelgas en períodos preelectorales. Verdaderamente no creo que tengamos que ser genios intelectuales ni grandes analistas políticos para entender que la motivación va más allá del hecho mismo de estar mal pagados, lo cual no es ninguna novedad, como tampoco es ninguna novedad que los médicos cobren por tandas que no cumplen y ofrezcan en la que cumplen un servicio que bien pareciera más una dádiva que un servicio pagado. Seamos sensatos y objetivos al momento de plantear nuestras demandas.

¿Por qué Amet, por qué?

Una de las preguntas que, me atrevo a apostar, más nos hemos repetido cuando nos encontramos con la típica situación del Amet sustituyendo un semáforo en perfecto funcionamiento es, ¿Por qué Amet, por qué? Todavía no he encontrado una respuesta que me permita entender cuál es la lógica utilizada al momento de asignar un grupo de Amet, por demás inexpertos, que parecieran no tener la más mínima idea de lo que hacen, en las principales intercepciones en horas pico ocasionando entaponamientos que regularmente no ocurren cuando le permiten al inteligente semáforo hacer su trabajo.

Votar o no votar

El acto de ejercer o no el voto, de elegir una u otra opción electoral de las que se nos presenta, no es ajeno a la selección y diferenciación que opera en cada uno de nuestros actos. Se dice que con ello ejercemos nuestra libertad y derechos, pero también nuestra responsabilidad y obligación. Nuestra decisión no debe ser aleatoria, accidental ni tampoco carente del acto de reflexionar sobre la misma antes y después de asumirla. Debemos considerar si la elección de quienes nos gobernarán amerita o no nuestra atención, si merece o no nuestra preocupación y qué importancia ello tiene para nosotros.

Paz sin fronteras

El pasado domingo el Puente Internacional Simón Bolívar, que comunica Colombia con la ciudad venezolana de San Antonio, se engalanó de blanco con las más de 100 mil personas que asistieron al concierto “Paz sin Fronteras”.
El concierto fue una iniciativa de Juanes ante la crisis diplomática entre Colombia, Venezuela y Ecuador, luego de que militares colombianos atacaron un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano. El exitoso concierto estuvo adornado por un espectacular montaje y la participación de reconocidos artistas entre los cuales se encontraba nuestro querido Juan Luis Guerra.

Un gesto de paz

Fernández y de la República Dominicana en el continente latinoamericano se puso de manifiesto en la reciente Cumbre del Grupo de Río, que estuvo marcada por la tensión más importante que ha vivido América del Sur en las últimas décadas. Gracias a la intervención mediadora del mandatario dominicano como moderador en la sesión final, se logró pasar de un escenario de duras críticas y acusaciones a uno de diálogo que permitió superar la peligrosa crisis surgida entre Ecuador, Colombia, Venezuela y Nicaragua. Será difícil olvidar esta histórica Cumbre de Río.

Crecer

Cuando somos pequeños, anhelamos ser mayores. Cuando somos mayores, anhelamos ser pequeños. Cada día crecemos y maduramos aprendiendo de las situaciones vividas, de las decisiones tomadas, de los errores cometidos. Pero qué triste y aburrida fuera la vida si no tuviéramos la oportunidad de recorrer ese largo camino que nos convierte en lo que somos, que nos hace únicos, que nos hace especiales.
Todavía a mitad del camino miro atrás y me siento orgullosa de lo logrado, pienso en el futuro y me siento ansiosa de saber que todavía me quedan muchas cosas por vivir, muchas personas por conocer, muchos lugares por visitar...

Un pais sin memoria

Una de las tantas peculiaridades de los dominicanos, es que pareciera que no tenemos memoria. Olvidamos todo aquello que no represente nuestro presente o nuestro pasado reciente.
Aquellos días en los que ver un camión de basura era una rareza, pasar un día sin apagones algo inimaginable o bañarse con agua de la ducha toda una hazaña, pocos parecen recordarlos.
Pero la verdad es que hemos avanzado, quizás no en la magnitud que muchos esperábamos, pero hemos avanzado. Siendo objetivos y menos fanáticos podremos exigir más de nuestros gobiernos y lograr más como país.

Positivo ¿por qué no?

Piense positivo, actúe positivo y los resultados serán positivos. Las personas más irritables tienen mayor propensión a padecer problemas cardiacos y otras dolencias. No deje que una percepción negativa deteriore su calidad de vida. Viviremos solo una vez. Quizás nuestro mundo no sea todo lo perfecto que debiera ser. Pero, sin duda, ser positivo contribuye a hacerlo mucho más llevadero. Pensar en positivo facilitará las relaciones con los demás, hará más feliz a su familia, mejorará su salud, le hará sentirse mucho mejor, incluso siendo consciente de las peores situaciones a las que tenga que enfrentarse.

Aprender a valorar

Valoramos cuando no tenemos, cuando tenemos no valoramos. Este círculo vicioso nos caracteriza como personas, pero sin duda valorar es algo que muchos debemos aprender. Ser persona significa tener la capacidad de ser consciente de uno mismo y de los demás, tener una imagen de sí y una autovaloración de lo que se es y de lo que son los que nos rodean. Todos tenemos una historia, llena de vivencias, sentimientos, sensaciones y experiencias recogidas durante nuestras vidas, y por estas necesitamos sentirnos valorados primero como personas pero también en el rol que desempeñamos.

Yoísmo

Curiosa palabra que representa lo que algunos sicólogos y sociólogos prefieren llamar como “egoísmo exagerado”. El “síndrome del yo, yo” no puede siempre verse como una actitud siniestra y negativa, porque como todo en la vida este también tiene dos caras. El yoísmo es parte de nuestra naturaleza humana, incluso puede ser visto como una cuestión de supervivencia. Lo que muchos denominan como el principal síntoma de la debilidad social que impera en estos tiempos. Es según mi humilde parecer, el desarrollo del sentido de la propia felicidad, independiente de lo que los demás consideren como felicidad.

Calidad total

En la gestión gerencial moderna está en boga un término que evidentemente la mayoría de las empresas en nuestro país desconocen, o simplemente no aplican. « La Calidad total, es una estrategia que busca optimizar la competitividad mediante el aseguramiento permanente de la satisfacción de los clientes y la eliminación de todo tipo de desperdicios». Es total porque comprende todos y cada uno de los aspectos de la organización e involucra a todas y cada una de las personas. Es conseguir que las cosas se hagan bien a la primera. ¿Qué tan lejos estamos de ver esta filosofía aplicada a nuestras empresas?

Vivir para servir

Un refrán muy conocido dice: “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”. Muchos nos olvidamos de una verdad tan innegable, esperamos que nos sirvan, o peor aun, lo exigimos de nuestros familiares, de nuestros compañeros, de nuestros gobernantes; mas no somos capaces de comprender que la satisfacción más grande que puede experimentar un ser humano es ser útil al bien común, no solo al bien individual. Si convertimos este mensaje en un estilo de vida, sin duda llegaríamos a ser una mejor sociedad, porque no podemos olvidar que somos parte de un todo y no un todo en partes.

El periódico del lunes

Alguien muy especial una vez me dijo; “solo necesito el periódico del lunes para saber como haber ganado el juego del domingo”. Sin necesidad de profundizar mucho entendí que verdaderamente todos creemos tener la solución más adecuada después que la decisión ha sido tomada. Al siguiente día siempre nos damos cuenta de lo fácil que hubiese sido decir o hacer tal o cual cosa. No seamos tan duros con nosotros mismos ni con los demás, aprendamos a sacar el mayor provecho de nuestros aciertos y errores, al final, la mejor decisión es la que nos hace crecer como personas y como sociedad.

New York

El estilo de vida newyorquino es una de las experiencias más completas y emocionantes que podemos disfrutar, la imaginación es el límite de todo lo que es posible hacer; diversidad, tecnología, diversión, todo conjugado en un solo lugar. Nueva York, la capital del mundo, ofrece a sus visitantes la posibilidad de vivir al estilo cosmopolita y de interactuar en un ambiente que a pesar de su eclecticismo aún transpira el sueño americano. Cuando tenga la oportunidad de visitar esta maravillosa ciudad, no olvide visitar los lugares que mejor representan aquello que le da vida a la ciudad que nunca duerme.

Institucionalidad

Cualidad de institucional. Para mí fue gran sorpresa encontrar una definición de una de las palabras más usadas actualmente en el argot político-social casi imposible, siendo su significado quizás más amplio de lo que a simple vista podríamos interpretar. Para contribuir un poco con aquellos curiosos como yo, esta es quizás una acepción de la cual podríamos partir: “El Estado está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización”.

Hay que profundizar

Como muchas otras peculiaridades, los dominicanos tenemos una capacidad sorprendente para teorizar sobre todo sin profundizar en nada; hablamos como expertos en política, en economía, en deportes, en artes y hasta recetamos cuando de salud se trata. Lo peor de todo es que defendemos acaloradamente nuestra posición aun sabiendo que no tenemos datos que sustenten lo que decimos. No estamos obligados a saber de todo y mucho menos sin contar con un mínimo de información que valide nuestra opinión. Demos crédito a la lectura, a la investigación o por lo menos, a la experiencia.

El rol del ciudadano

Hablamos del mal desempeño de las instituciones del Estado, del incumplimiento de las leyes, la falta de transparencia e institucionalidad; pero cuál es nuestro rol como ciudadanos, dónde inicia nuestro deber y responsabilidad con la sociedad. Tenemos herramientas pero no las usamos, pedimos más leyes, pero no cumplimos las que tenemos. ¿Para qué queremos más reformas y modificaciones que terminan convertidas en letra muerta? El buen funcionamiento del país no depende solo del Gobierno y de los políticos, todos somos responsables, todos debemos jugar nuestro papel.