sábado, 13 de diciembre de 2008

Dulce espera


Estas cortas palabras han mostrado parte del camino recorrido. Pero el sendero previsto siempre acaba, y la espera se vacía, nos demos cuenta de ello o no. Y a mí se me está agotando. No para volverse desesperanza, sino porque se me han abierto nuevas veredas. Aquellos caminos que me hicieron crear este blog se volvieron pedregosos, llenos de lodo y cada vez más angostos. Digamos que llegué a un lugar de pastos crecidos, y ahora el viaje tuvo un dulce remanso.

Mis palabras cambian entonces de espíritu; ya no es tensión con el futuro, es construcción del porvenir. Me alegra retomarlo, y espero que los lectores-internautas acepten una disculpa por la tardanza.
Bienvenidos a un nuevo sendero…
"La esperanza es como el sol, el cual, mientras viajamos hacía él, proyecta detrás de nosotros la sombra de nuestra carga" (Samuel Smiles )

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