Navidad pal’ pueblo

La navidad dominicana está llena de clásicos que representan nuestra rica cultura popular; así canciones, frases, programas, decoraciones nos anuncian la llegada de esa época tan especial que cada año llena nuestros días con una chispa única que nos alegra con solo pensarlo.
Las luces se ven en los balcones y escaparates, los puestos de manzana y uvas en las paradas, las ventas de charamicos en las calles, los angelitos en las oficinas y claro no podrían faltar los arbolitos y sus vistosas decoraciones en las salas y recepciones esperando por la admiración de quienes visiten.
Pero para muchos las celebraciones navidadeñas comienzan con la transmisión del popular programa “Cima sabor navideño” y en mi caso al escuchar nueva vez la canción “Volvió Juanita” tocarse en la radio.

Patch Adams

Imposible pensar que exista alguna persona que no haya llorado por lo menos un poquito al ver la película Patch Adams (el Dr. de la Risa), y no necesariamente por algunas de las pocas escenas tristes que en ella se presentan, sino mas bien por lo profundo que toca nuestra propia sensibilidad.

«Curar puede ser un intercambio de amor y no una transacción económica», el verdadero Hunter “Patch” Adams nació en Washington, DC el 29 de diciembre de 1943, fundó el instituto Gesundheit en 1971 e inventó la risoterapia, con fines médicos y terapéuticos, convirtiéndose en el responsable de su inclusión en la medicina moderna.

Científicamente, se ha comprobado que la risa franca, la carcajada, aporta múltiples beneficios: rejuvenece, elimina el estrés, tensiones, ansiedad, depresión, colesterol, adelgaza, elimina dolores, insomnio, problemas cardiovasculares, respiratorios, y mejora los malestares de cualquier enfermedad. Nos aporta aceptación, comprensión, alegría, relajación, abre nuestros sentidos, ayuda a transformar nuestras pautas mentales. Recientes estudios sobre la capacidad de las carcajadas para combatir todo tipo de enfermedades indican que mientras reímos liberamos gran cantidad de endorfinas, responsables en gran parte de la sensación de bienestar.

Entonces porque dejar de reírnos, y en la medida de lo posible aportar un poquito de bienestar a nuestro ambiente que tanto lo necesita haciendo reír a aquellos que nos rodean.

La burbuja reventó

En el día de hoy leí, gracias a mi madre, uno de los artículos más claros y digeribles sobre la crisis económica actual, escrito por el intelectual español Ignacio Ramonet, en el que dice lo siguiente:

Los terremotos que sacudieron las Bolsas durante el pasado 'septiembre negro' han precipitado el fin de una era del capitalismo. La arquitectura financiera internacional se ha tambaleado. Y el riesgo sistémico permanece. Nada volverá a ser como antes. Regresa el Estado. El desplome de Wall Street es comparable, en la esfera financiera, a lo que representó, en el ámbito geopolítico, la caída del muro de Berlín...Durante treinta años, los fundamentalistas del mercado repitieron que la globalización era sinónimo de felicidad, y que el capitalismo financiero edificaba el paraíso terrenal para todos. Se equivocaron.
La 'edad de oro' de Wall Street se ha acabado. Y también una etapa de exuberancia y despilfarro representada por una aristocracia de banqueros de inversión, 'amos del universo' denunciados por Tom Wolfe en La Hoguera de las vanidades (1987). Poseídos por una lógica de rentabilidad a corto plazo. Por la búsqueda de beneficios exorbitantes. Dispuestos a todo para sacar ganancias: ventas a corto abusivas, manipulaciones, invención de instrumentos opacos, titulización de activos, contratos de cobertura de riesgos, hedge funds... La fiebre del provecho fácil se contagió a todo el planeta. Los mercados se sobrecalentaron, alimentados por un exceso de financiación que facilitó el alza de los precios. La globalización condujo la economía mundial a tomar la forma de una economía de papel, virtual, inmaterial. La esfera financiera llegó a representar más de 250 billones de euros, o sea seis veces el montante de la riqueza real mundial. Y de golpe, esa gigantesca 'burbuja' ha reventado. El desastre es de dimensiones apocalípticas. Más de 200.000 millones de euros se han esfumado. La banca de inversión ha sido borrada del mapa…

“Psicópatas en serie”

Indiscutiblemente del cine aprendemos muchas cosas, creamos muchos sueños y construimos muchos miedos. Pero esta misma realidad es la que me aterra al pensar que también es una escuela para la gran cantidad de psicópatas que nos rodean en nuestra sociedad. Esta realidad es recopilada por los autores Batet y Rafael Dalmau quienes escribieron un libro llamado “Psicópatas en serie” en el cual recopilan la historia de las mentes más perturbadas del cine de todos los tiempos. Reuniendo personajes tan conocidos como Hannibal Lecter, Ted Bundy, Alex (el excéntrico cabecilla de 'La naranja mecánica') y muchos otros.

Según el psicólogo Bernat Parés Sabatés, quien escribió el prologo del libro, un psicópata es "una persona que padece un trastorno de la personalidad antisocial. Técnicamente se le define como la persona que tiene, desde la infancia, un patrón general de rechazo y violación de los derechos y los sentimientos ajenos. No padece alucinaciones ni delirios, sino que se caracteriza por ser una persona impulsiva y con gran incapacidad para ponerse en la piel de los demás. No suele tener remordimientos y las justificaciones que da de sus actos son tales como “la vida es dura”.

En mi opinión si se trata de establecer quién es el psicópata más espeluznante de la historia del cine, sin duda diría que es el Dr. Hannibal Lecter, de la película “El silencio de los corderos”, quien debe ocupar el primer lugar. Este asesino caníbal demuestra poseer una mente brillante, sin prejuicios, capaz de lograr con un inexplicable encanto cometer los más horrendos crímenes.

Con o sin minifalda

Más de 40 años después de haber sido creada esta popular prenda de vestir femenina, otra vez se encuentra en tela de juicio. En esta ocasión la Iglesia Católica mexicana, ha recomendado a las mujeres que no lleven minifaldas para evitar ser asaltadas sexualmente. “Cuando exhibimos nuestro cuerpo sin recato, sin pudor, lo prostituimos porque provocamos en los demás sentimientos hacia nosotros a los que no tienen derecho” escribe el sacerdote Sergio Román en una publicación digital. Sin embargo, a pesar de ser un proyecto en busca del bienestar de la mujer, el debate sigue siendo la valides del argumento que justifica al agresor y culpabiliza a la víctima en los casos de agresiones sexuales.