sábado, 5 de julio de 2008

El rol del ciudadano (II)


“El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes”. Marco Tulio Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano.

Todos somos responsable de nuestro propio destino, pero tambien del de la sociedad en que vivimos. Para que un pueblo sea digno y dueño de sus propios destinos, debe ejercitar la virtud en grado sumo. Familia, trabajo, religión, orden y ley, son los factores sustanciales de una sociedad bien constituida. Pero en Latinoamérica llevamos un cuarto de siglo de degradación constante. Compartimos los mismos males y problemas de falta de ideologías fuertes y honestas, en la que todos, políticos y ciudadanos, prediquemos con el ejemplo. Uno de los efectos maléficos del sufragio universal es que los políticos prometen tentaciones y vicios bajo capa de libertad. Sólo los restos de la sociedad moralmente sanos se inclinan por partidos conservadores, que bien pronto defraudarán su confianza y serán el vagón de cola de un tren que avanza hacia el túnel de la perversión arrastrado por la locomotora de la izquierda. Cuantos se suben a ese tren terminan fatalmente pasando por ese túnel.
Es necesario un tejido social fuerte y sano donde vivir y dar ejemplo de la posibilidad práctica de vivir nuestros ideales. Pero eso se logra cuando se está dispuesto de verdad a poner empeño, perseverancia, riesgo, sacrificio, estudio, amor, dinero y la vida entera.

No hay comentarios: