viernes, 4 de julio de 2008

La fiesta de los subsidios


Nueva vez el gobierno cedió ante la presión de los transportistas, quienes definitivamente son los dueños y señores de este pedacito de isla llamada República Dominicana. Todos deberíamos aprender de quienes han demostrado ser el grupo económico con mejores estrategias para manipular los asuntos públicos sin necesidad de agotar exhaustivo recursos, tiempo y esfuerzo; no hace falta hacer largas huelgas (solo necesitan amenazar con hacerlas), basta con atravesar uno que otro camión durante un par de horas o amenazar con subir los pasajes (aunque siempre terminan haciéndolo sin importar acuerdo alguno y nunca se ha visto que los vuelvan a bajar). Podemos seguir con el mismo esquema, pero se hace imperante la necesidad de buscar nuevas alternativas para enfrentar, realmente “enfrentar” los problemas sociales, políticos y económicos de nuestro país. Los subsidios a la electricidad y al consumo de gas licuado de petróleo han competido y superado con las asignaciones presupuestarias de educación y salud. “…los subsidios son insostenibles” claman nuestros funcionarios, pero siguen usándolos como la salida más rápida a las crisis sectoriales. Es como poner un parche en la herida. Quiero confiar, pero debo confesar que a veces me resulta difícil…

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