Yoismo

Hace ya algún tiempo escribí, sobre este vicio pernicioso que surge con la necesidad de defender a toda costa el ego personal, el “yoismo”, básicamente se origina por un interés desmesurado en uno mismo, sumado a la incapacidad de dejar ver lo que eres y lo que sientes por miedo a resultar herido.
Todos pasamos en algún momento de nuestras vidas por el síndrome del Yo-Yo. Todos queremos pasar por eso. Que la gente nos pregunte, que se preocupe, que se interese por nuestras vidas. ¿Y cuando nadie pregunta? ¿Cuando parece que nadie se interesa? Ahí se manifiesta el Yo-Yo, sin que nadie me pregunte ya estoy hablando de mis astucias, mis logros y desafíos. ¡Pero si nadie preguntó! No importa, la información queda y cuando alguien pregunte y yo no esté, alguien más sabrá. Hay gente que se queda pegada, hay gente que quiere aparecer en la tele, hay gente que si no la llaman, si no recibe un email, si nadie se conecta al Messenger... se deprime. También pasé por eso. “A mi edad” he pasado por casi todos los estadios psicológicos/autopoiéticos a los que un ser humano puede ser sometido, salvo aquellos que acaban en la autodestrucción. Todavía no he llegado (ni creo que llegue) a esos.
Mi propio Yoismo se manifestó escribiendo comentarios, críticas, aportes sociales, pero por supuesto que para que alguien los leyera, una persona en particular que nunca supo y que fue cambiando sin a veces ni yo misma percatarme. Pero al darme cuenta que mis pasos, mis ideas y expresiones eran interpretadas en mil y una formas sin necesidad de mi más mínimo esfuerzo, me he dedicado a escribir por puro placer. Pero sin duda alguna…que lindo es tener lectores.